Servicios
Exploración cardiológica y semiología clínica
Tratamiento y prevención de problemas cardiovasculares y manejo de la obesidad
Teleconsulta
EXPLORACION CARDIOLOGICA Y SEMIOLOGIA CLINICA
Al igual que en cualquier situación médica, la evaluación de pacientes con problemas del corazón o con sospecha de ellas, se inicia con la anamnesis y el examen físico. La anamnesis debe incluir un cuidadoso interrogatorio dirigido a la pesquisa de síntomas sugerentes de arritmia, principalmente palpitaciones, mareos y síncope, pero también angina o insuficiencia cardíaca de instalación brusca.
- Latidos cardíacos más rápidos o enérgicos, o con diferente volumen de eyección, lo que produce la sensación de palpitación.
- Una disminución importante y sostenida del gasto cardíaco, que puede provocar distintos grados de trastorno de conciencia por hipoperfusión cerebral.
- En casos de taquicardia y disminución parcial del gasto cardíaco, puede haber un aumento del consumo de O2 miocárdico, sin aumento de la perfusión coronaria, produciéndose angina o falla ventricular izquierda.
Siempre tenemos presente que muchos pacientes con arritmias no refieren síntomas, siendo también cierto que puede haber palpitaciones en ausencia de arritmias.
En pacientes que manifiestan palpitaciones, son interrogados sobre las características de éstas: si éstas son sostenidas o autolimitadas, regulares o irregulares, de inicio y término brusco o graduales, si son rápidas o lentas y por último si se acompañan de algún otro síntoma. Por ejemplo, un paciente que se queja de palpitaciones rápidas regulares, de comienzo y término brusco, relativamente bien toleradas, nos sugerirá una TPSV; en cambio una historia de taquicardia de comienzo y término gradual con relación a estados emocionales o ejercicio sugerirá una taquicardia sinusal. La presencia de síncope en relación con arritmias sugiere una arritmia grave. Esta puede corresponder a un bloqueo A-V paroxístico o a una arritmia de muy alta frecuencia, de origen supra ventricular o ventricular. Un hecho interesante de consignar es la poliuria que presentan los pacientes con TPSV u otras taquiarritmias paroxísticas.
- Distinguir elementos diagnósticos de la arritmia.
- Evaluar las consecuencias hemodinámicas de la arritmia.
- Diagnosticar una posible cardiopatía de base.
Los estudios electrofisiológicos se han convertido en los últimos años en una herramienta clínica importante para el diagnóstico y tratamiento de numerosas arritmias. En los primeros años, los estudios electrofisiológicos estuvieron destinados al estudio de los trastornos de la conducción; posteriormente con el desarrollo de la estimulación eléctrica programada se aplicaron estas técnicas en pacientes con taquicardias paroxísticas supraventriculares y posteriormente al estudio de arritmias de origen ventricular.
Las taquicardias ventriculares constituyen arritmias de significación, pronóstico y presentación muy variable. Pueden ser autolimitadas o sostenidas, recurrentes o aisladas, provocar shock, degenerar a fibrilación ventricular o pasar desapercibidas para el paciente; ser marcadores de un alto riesgo de muerte súbita o no tener significado pronóstico. Cuando las taquicardias ventriculares obedecen a un mecanismo de reentrada, estas pueden ser inducidas e interrumpidas mediante estimulación eléctrica programada del corazón.
La realización de estudios más avanzados de ser necesario es explicada de manera detallada a los pacientes para proceder a realizarle los procedimientos necesarios para mejorar su estado de salud.
Para lograr una buena aproximación del examen cardiovascular es conveniente recordar la función del corazón. Este órgano, motor del cuerpo, en estado fisiológico cumple la función de suplir las necesidades de oxígeno (variables en el tiempo) de las células del organismo. Cuando ésta se altera, se manifiestan en una serie de síntomas y signos reconocidos que pueden orientar a la causa precisa.
Dentro de las fallas podría ocurrir que él miocardio tuviese una disminución en la sangre que expulsa, debido a problemas de contractibilidad, de alteración de llenado, limitación a la salida, etc.
Cualquiera de ellas se traducirá en un paciente que presenta signos de bajo flujo; extremidades frías, llene capilar enlentecido, alteración de la piel (color, turgor, fanéreos, hidratación), colapso de los grandes vasos examinables, alteración de las uñas, palidez de mucosas, entre muchos otras que varían de acuerdo a la cronicidad del cuadro.
Por otro lado, pudiese ocurrir que la cantidad de sangre que llega a la bomba cardíaca es menor, por ejemplo, cuando la sangre se queda acumulada en el intersticio, en el espacio extravasculares del resto de los órganos. En ese caso se apreciará signos de congestión sistémica; edema, ascitis, hepatomegalia, derrames, reflujo hepatoabdominal, ingurgitación yugular, pulso paradójico, etc., en el caso de compromiso cavidades derechas, o a nivel pulmonar, con derrame pleural y pericárdico, en el contexto de falla izquierda. Estas alteraciones de bajo flujo, o de congestión hacia atrás pueden expresarse en cualquiera de las cámaras. También pudiesen coexistir ambos mecanismos y alteración bilateral (cavidades derechas e izquierdas). Lo anterior frecuente en alteraciones cardiovasculares de larga data.
Tomando en cuenta lo anterior es fácil estar de acuerdo con que la evaluación clínica del sistema cardiovascular es mucho más amplia que la simple auscultación del tórax. Requiere una visión integral del paciente como un todo.
- Actitud y posición: Ortopnea (Insuficiencia Cardiaca), Posición genupectoral (pericarditis), disnea, dificultad respiratoria
- Constitución: Obesidad (Factor de Riesgo CV), caquexia (insuficiencia cardiaca terminal)
- Piel y mucosas: Anemia, edema gravitacional (Insuficiencia cardiaca), sudoroso, cianosis, palidez.
- Uñas: Llene capilar, hemorragias en astilla
- Fiebre: En endocarditis infecciosa, incluso IAM, TEP.
- Cabeza: Latido pupilar, Signo de Musset (el “asentir” con cabeza al ritmo de latidos cardiacos, en Insuficiencia Aórtica), cianosis periférica
- Cuello: Estimación de presión venosa central midiendo yugulares, ingurgitación yugular (Insuficiencia cardiaca, taponamiento cardiaco), danza carotidea (Insuficiencia aórtica), auscultación de soplos (irradiado desde corazón o por ateromatosis local)
- Abdomen: Reflujo hepatoyugular (Insuficiencia cardiaca), hepatoesplenomegalia, ascitis, soplos abdominales (Estenosis de Aorta o arterias renales).
- Inspección: Choque de la punta (Ventrículo izquierdo) en 5to Espacio Intercostal (EIC), Línea media clavicular (LMC). Difícil de ver, no necesariamente patológico.
- Palpación: Confirma choque de la punta (en mismo lugar), su desplazamiento hacia fuera y abajo indica Hipertrofia de VI. Se diferencian latidos “sostenidos”, ante sobrecargas de presión (HTA, estenosis aórtica), versus latidos “vivos”, en sobrecargas de volumen (Insuficiencia aórtica). También pueden palparse frémitos o roces pericárdicos.
Agenda en línea tu consulta
Consulta domiciliaria
Es una estrategia que tiene por objeto el brindar acompañamiento a pacientes la población FONASA o particulares que requieran acciones de evaluación, tratamiento, y/o seguimiento, acercando la salud a su domicilio, y evitando que asistan al establecimiento de salud, lo que permitirá descongestionar los mismos y evitar posibles complicaciones. Corresponde a atenciones que no cumplen con los criterios de hospitalización domiciliaria.
Este servicio es prestado por profesionales calificados, en situaciones de afectación leve de tu salud, que no requiera de atención en un centro especializado o de urgencias (urgencia vital).
- Médicos acreditados superintendencia de salud.
- Áreas por especialidad:
- Cardiología.
- Medicina general.
- Control de obesidad.
- Exámenes de holter de ritmo.
- Exámenes de holter de presión.
- Exámenes de ecocardiograma.
- Exámenes de holter de electrocardiograma.
Dicho servicio evita el desplazamiento de los pacientes a las instituciones permitiendo así ahorrar largos tiempos de espera en urgencias y/o consulta prioritaria sumado a la posibilidad de adquirir infecciones nosocomiales.
Para nuestra compañía es importante ayudar a nuestros clientes en el control del gasto médico, con este programa sin duda lograremos impactar en forma positiva dicho control y de paso contribuiremos a la descongestión en los servicios de urgencias.
Agenda en línea tu consulta
Tratamiento y prevención de problemas cardiovasculares y manejo de la obesidad
La importancia de la definición del síndrome metabólico es enorme, permite al médico Especialista en su consultorio realizar con sencilla clínica y paraclínica, el diagnóstico de una enfermedad compleja y de riesgo y establecer en forma relativamente sencilla un tratamiento global de los factores de riesgo cardiovascular.
Tanto los criterios ATP III como de IDF, jerarquizan la medida de la cintura (una validada estimación clínica de grasa visceral) como un elemento mayor para el diagnóstico de síndrome metabólico.
La presencia de cintura de riesgo incrementa la incidencia de los factores de riesgo en forma notoria. El ATP III (2001), define el síndrome metabólico, como un conglomerado de factores de riesgo, requiriendo de tres factores para el diagnóstico del síndrome metabólico:
- La medida de la cintura para los hombres ≥ a 102 cm. y ≥ a 88 cm en las mujeres.
- Triglicéridos ≥ a 150 mg/dl
- HDL para hombres < 40 mg/dl y para mujeres < 50 mg/dl
- Presión arterial ≥ 130/85
- Glucemia basal ≥ 110 mg/dl, hecho que ahora ha variado a 100 mg/dl,
- Recomendación de American Diabetes Association (ADA 2004).
El síndrome metabólico es una herramienta diagnóstica fuertemente relacionada al síndrome de insulinoresistencia con hiperinsulinemia compensadora. Pero su practicidad ha permitido expandir el diagnóstico de factores de riesgo cardiovasculares múltiples en grandes estudios poblacionales.
La prevención y el mantenimiento de la pérdida del peso y el tratamiento de las co-morbilidades son los dos criterios principales de éxito que manejamos. Hay que considerar que contamos con especialista en obesidad.
A los pacientes con IMC entre 18.5 y 24.9 kg/m2 situados en la franja superior, se recomendarán hábitos saludables de alimentación y ejercicio. Enfatizando la vigilancia en caso de:
- Importante carga familiar de obesidad.
- El incremento del peso haya sido mayor a 5 kg en el último año;
- Incremento del tejido adiposo, especialmente de localización abdominal (cintura de riesgo).
- Individuos sedentarios.
- Presencia de alteraciones en el metabolismo hidrocarbonado, lipídico o en la presión arterial.
- Lograr una pérdida de peso realista e individualizada.
- Reducir factores de riesgo.
- Lograr el mantenimiento del peso perdido.
- Prevenir la recuperación de este.
Es de fundamental importancia identificar en el grupo individuos con mayor riesgo de desarrollar obesidad e implementar estrategias de prevención.
El tratamiento del exceso de peso debe ser realizado en forma integral y se apoya en tres pilares básicos: plan de alimentación hipocalórico balanceado, actividad física y modificación de la conducta.
En suma: el diagnóstico de síndrome metabólico, permite un tratamiento global de los factores de riesgo clásicos y emergentes, con sencilla clínica y paraclínica, lo cual genera una enorme oportunidad en la prevención de enfermedades de alto riesgo.
El tratamiento de la obesidad va más allá de la sola pérdida de peso, se orientarán a mejorar o eliminar las co-morbilidades asociadas a la obesidad y disminuir el impacto de las futuras complicaciones relacionadas al exceso de peso.
Los criterios de intervención terapéutica dependen de múltiples variables:
- Edad.
- IMC.
- Distribución de la grasa corporal.
- Existencia de comorbilidades.
- Sedentarismo.
Las medidas a implementar incluyen cambios en el estilo de vida: plan de alimentación, actividad física y modificación de la conducta. En determinados casos se usarán fármacos. Los objetivos terapéuticos de la pérdida de peso, deberá de ser:
- Realistas, individualizados y mantenidos a largo plazo.
- Los mismos incluyen: • Un 5-15% de pérdida de peso durante un período de 6 meses es realista y de comprobado beneficio para la salud
- Una mayor (20% o más) pérdida de peso puede ser considerada para las personas con mayores grados de obesidad (IMC ≥ 35 kg/m2).
Agenda en línea tu consulta
Teleconsulta
La prevención y el mantenimiento de la pérdida del peso y el tratamiento de las co-morbilidades son los dos criterios principales de éxito que manejamos. Hay que considerar que contamos con especialista en obesidad.